Una problemática societal
En ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia —al igual que en las principales urbes europeas—, es cada vez más común que las mujeres jóvenes prefieran no compartir piso con hombres; una tendencia que ya se ha convertido en mayoritaria. Pero, además de esta preferencia, debido a la diversificación de los estilos de vida, estas mujeres enfrentan una creciente dificultad para encontrar compañeras de piso confiables y compatibles. ¿Será vegana, pet-friendly, fumadora, noctambula, fiestera?... ¿O todo lo contrario?
Las plataformas tradicionales de alquiler de habitaciones no cuentan con herramientas efectivas para facilitar un conocimiento previo entre las personas que van a convivir, lo que genera inseguridades, conflictos y una considerable pérdida de tiempo, energía y dinero.
